Durante la práctica como
docente se ha observado, que los alumnos aún no establecen interacciones
favorables para el aprendizaje, ya que continuamente se agreden de forma verbal
y físicamente, tanto hombres como mujeres, no distinguen género, esto se da más
a la hora del recreo, ya que existe un contacto directo con niños de otros
grados, donde existe mayor fricción en cuanto a la agresión física
principalmente, es decir, los alumnos resuelven sus conflictos a través de la
violencia física.
Las diferencias interpersonales repercuten en
el rendimiento del grupo ya que hace que se dispersen y no pongan atención o
simplemente toman una actitud agresiva y poco cooperativa que impide que
realicen sus actividades, se derivan quejas frecuentemente afectando el
ambiente de aprendizaje en las dinámicas de grupo y se hace más tediosa la
clase para el resto de los alumnos, que si están poniendo atención. Ante esta
situación se habla con el grupo de manera general planteando el problema suscitado,
pidiendo que los alumnos comenten la situación; se trata en la medida de lo
posible que los alumnos modifiquen su comportamiento, pero solo entienden en el
momento y posteriormente recurren a la misma situación, en donde algunos
resuelven sus conflictos con agresiones físicas y verbales. No existe el fomento
de valores entre los alumnos a pesar de que se han utilizado diversas
estrategias para disminuir las actitudes de agresión.
Se debe de considera que una forma de dar
respuesta a esta problemática es utilizar el juego cooperativo que le permitirá
a los alumnos interactuar con sus iguales de una forma respetuosa y tolerante,
donde exista un ambiente de cordialidad y una convivencia sana y pacífica
dentro y fuera del salón de clases, implementando normas y reglas que se deben seguir para lograr finalmente habilidades sociales y vivan cada uno de los
valores, del respeto, responsabilidad y tolerancia, principalmente.
3.1 Pregunta
de investigación
La falta de intolerancia
por parte de los alumnos dentro del ámbito escolar ha ido aumentando en los
últimos tiempos, los cual genera un ambiente pesado y desagradable para la gran
mayoría de los actores educativos, es por eso que surge la siguiente pregunta: ¿Cómo
pueden los alumnos trabajar y convivir de manera sana y pacífica dentro y fuera
del aula?
3.2 Importancia
del tema
Se ha elegido éste tema con
base a las necesidades educativas que presentan los niños de sexto año grupo
B, en la escuela Francisco I. Madero, la
cual surge de la ruta de mejora de del ciclo escolar 2017-2018, teniendo como
prioridad la convivencia sana y pacífica y al mismo tiempo, diseñar y aplicar diferentes estrategias que
favorezcan la interacción social de una convivencia sana y pacífica y se
modifique positivamente el ambiente áulico.
El trabajar el juego cooperativo como un
recurso, permitirá que los alumnos logren involucrar la práctica de valores
dentro y fuera del salón de clases creando un escenario adecuado para que
exista la participación, la comunicación y la cooperación entre los educandos
en cada uno de los juegos cooperativos; y a su vez nos permitirá analizar los
avances que tiene el grupo de sexto grado en cuanto a sus relaciones personales
y grupales lo cual reducirá la brecha en cuanto a las agresiones tanto verbales
y como físicas. Así mismo hacer consientes a los propios alumnos de la
importancia que tiene las relaciones interpersonales para lograr una meta ya
sea a corto o largo plazo.
Comentarios
Publicar un comentario